Tal vez lo has notado: las bebidas congeladas se han vuelto más difíciles de mezclar en los últimos años. La tendencia ha sido gradual, pero está ganando impulso. Las licuadoras pueden necesitar más tiempo para procesar ciertas recetas. Incluso con tiempo adicional de licuado, la consistencia de la mezcla puede no ser ideal.
Más Espeso es Mejor
Parte de lo que lleva a recetas difíciles de mezclar es el deseo de impresionar al cliente con una experiencia más espesa y rica. Por ejemplo:
Batidos extra espesos, a menudo hechos con helado duro
Bebidas congeladas lo suficientemente espesas como para salir del borde del vaso
Bowls de batidos y postres de helado tan espesos que hay que comerlos con una cuchara
Aunque las recetas extra espesas han existido durante mucho tiempo, el porcentaje de recetas en esta categoría parece estar creciendo. Incluso muchos batidos están entrando en el territorio de los batidos con la adición de helado duro, junto con la tradicional fruta congelada. El helado duro pone una carga especialmente pesada en el motor de una licuadora.
Saludable y Personalizado
Muchos restaurantes también están respondiendo al deseo del consumidor de bebidas más saludables, con menos azúcar o con más beneficios funcionales.
El azúcar aumenta el flujo de ingredientes durante el licuado, por lo que cuando se reemplaza el jugo con agua de coco u otro líquido bajo en azúcar, el licuado se vuelve más difícil.
A veces se introducen dátiles como una alternativa más saludable al azúcar refinado, pero la fruta seca es difícil de licuar, especialmente si se quiere procesarla completamente, sin dejar rastros visibles.
Los aditivos en polvo son una forma rápida y fácil de dotar a las bebidas de un propósito funcional. También satisfacen la necesidad de muchos consumidores de personalizar sus bebidas con un conjunto elegido de beneficios (por ejemplo, un impulso de energía, vitamina C, vegetales saludables, etc.). El único inconveniente es que los polvos absorben líquido y requieren más torque del motor de la licuadora.
Más Eficiente y Rentable
A medida que los restaurantes intentan reducir costos o mejorar la eficiencia, pueden introducir cambios en una receta que inadvertidamente la hagan más difícil de mezclar.
Aquí hay algunos ejemplos:
-Pasar de ingredientes a temperatura ambiente o frescos, a polvos, mezclas o concentrados
-Usar más hielo y menos líquido
-Usar menos del 50% de ingredientes líquidos
-Cambiar la temperatura de almacenamiento de algunos ingredientes, incluido el hielo
-Aumentar el tamaño de corte de la fruta congelada
-Cambiar a un líquido con menos azúcar (explicado arriba)
Hay buenas razones para explorar estas direcciones; por ejemplo, para acelerar el tiempo de preparación, reducir la complejidad de la receta, aumentar la velocidad del servicio, pasar a ingredientes estables en estantería, o aumentar el tiempo de almacenamiento de las bebidas que se entregan.
Sin embargo, con algunos de estos cambios, puede que descubras que la licuadora ya no puede mezclar la receta en un período de tiempo razonable, o que no puede procesar completamente la receta, por lo que ya no es tan suave como te gustaría.
Muchas marcas de licuadoras están atacando este fenómeno y desarrollando nuevos modelos. Y tú ¿has sentido esta diferencia?